Así como bobeando se me ocurrió lo siguiente...
El agua es como cuando llevas una relación con tu pareja de más de dos años: estás tan acostumbrado a ella que su presencia ni te llama la atención ni te conmueve ya, y sin embargo cuando se corta sentís su falta como si nunca la hubieras tenido (y aquí además de una IRPF va un homenaje a todos esos corazones rotos que ya no encuentran consuelo ni leyendo el horóscopo en Facebook, pueden sentirse identificados y llorar también, snif, snif). Pero es así, PIENSENLÓN! Al igual que con esa persona (o Ser, lo que sea, no voy a discriminar), la falta de agua es desesperante, tortuosa, calamitosa; en otras palabras, una mierda. Y eso nos sucede particularmente a nosotros porque es una de las pocas cosas buenas que tenemos como país: el agua (junto con el informativo del 4); se puede abrir la canilla donde haya saneamiento y lavarse uno tranquilamente las manos, mojarse la melena, o chuparla placidamente para saciarnos con ella sin vergüenza (y me refiero al agua, no a la pareja). Porque además de haber tenido grandes invenciones como el SUM (hoy cruelmente discriminado por el Sr. Estado), la percha (¿?), o la ruleta rusa pero con motos; o haber sido artífices del asado más grande del mundo y del precio por kilo más caro también; tenemos el mejor agua del mundo. Y como "la guerra del futuro va a ser por el agua" (y yo vi "Wonderworld"), el consejo es: no la cuidemos: tiremosla, desperdiciemosla. El razonamiento es simple: si la guerra del futuro va a ser por el agua, van a venir por nuestra agua; y teniendo en cuenta que nuestro ejército frente a un ataque extranjero aplicaría exactamente la misma táctica militar que aplica un ratón frente a un gato (¡huir!); lo más coherentemente sano sería usarla toda hasta no tenerla más como un recurso tentadoramente esencial. Visto así... Así no tendrán por qué invadirnos. ¡No tendremos agua pero sí soberanía e independencia! Ja, putos. Por eso fomentemos el regado de veredas que hacen los porteros, cada vez que matemos una mosca tiremosla al water y tiremos la cisterna, no solo cepillemosno los dientes con la canilla abierta: debemos afeitarnos, y hasta cortarnos las uñas con la canilla abierta. Seamos naturalistas y busquemos nuestra paz interior apagando la tv o radio y abriendo todas las canillas de nuestra casa y la ducha también, para escuchar el sonido del agua, y conectarnos con la Naturaleza siendo uno con el Universo e iniciando un viaje interior hacia lo más esencial de la naturaleza humana... la estupidez.
SUB-IRPF (una IRPF chiquita metida adentro de otra más grande). El agua Salus sin gas es un asco, es asquerosamente amarga. Y la con gas, para cuando llegas al octavo vaso perdió todo el gas y adquirió el mismo gusto amargo de la sin gas. No entiendo como hay gente que se siente sana tomando eso.
El agua es como cuando llevas una relación con tu pareja de más de dos años: estás tan acostumbrado a ella que su presencia ni te llama la atención ni te conmueve ya, y sin embargo cuando se corta sentís su falta como si nunca la hubieras tenido (y aquí además de una IRPF va un homenaje a todos esos corazones rotos que ya no encuentran consuelo ni leyendo el horóscopo en Facebook, pueden sentirse identificados y llorar también, snif, snif). Pero es así, PIENSENLÓN! Al igual que con esa persona (o Ser, lo que sea, no voy a discriminar), la falta de agua es desesperante, tortuosa, calamitosa; en otras palabras, una mierda. Y eso nos sucede particularmente a nosotros porque es una de las pocas cosas buenas que tenemos como país: el agua (junto con el informativo del 4); se puede abrir la canilla donde haya saneamiento y lavarse uno tranquilamente las manos, mojarse la melena, o chuparla placidamente para saciarnos con ella sin vergüenza (y me refiero al agua, no a la pareja). Porque además de haber tenido grandes invenciones como el SUM (hoy cruelmente discriminado por el Sr. Estado), la percha (¿?), o la ruleta rusa pero con motos; o haber sido artífices del asado más grande del mundo y del precio por kilo más caro también; tenemos el mejor agua del mundo. Y como "la guerra del futuro va a ser por el agua" (y yo vi "Wonderworld"), el consejo es: no la cuidemos: tiremosla, desperdiciemosla. El razonamiento es simple: si la guerra del futuro va a ser por el agua, van a venir por nuestra agua; y teniendo en cuenta que nuestro ejército frente a un ataque extranjero aplicaría exactamente la misma táctica militar que aplica un ratón frente a un gato (¡huir!); lo más coherentemente sano sería usarla toda hasta no tenerla más como un recurso tentadoramente esencial. Visto así... Así no tendrán por qué invadirnos. ¡No tendremos agua pero sí soberanía e independencia! Ja, putos. Por eso fomentemos el regado de veredas que hacen los porteros, cada vez que matemos una mosca tiremosla al water y tiremos la cisterna, no solo cepillemosno los dientes con la canilla abierta: debemos afeitarnos, y hasta cortarnos las uñas con la canilla abierta. Seamos naturalistas y busquemos nuestra paz interior apagando la tv o radio y abriendo todas las canillas de nuestra casa y la ducha también, para escuchar el sonido del agua, y conectarnos con la Naturaleza siendo uno con el Universo e iniciando un viaje interior hacia lo más esencial de la naturaleza humana... la estupidez.
SUB-IRPF (una IRPF chiquita metida adentro de otra más grande). El agua Salus sin gas es un asco, es asquerosamente amarga. Y la con gas, para cuando llegas al octavo vaso perdió todo el gas y adquirió el mismo gusto amargo de la sin gas. No entiendo como hay gente que se siente sana tomando eso.